viernes, 24 de agosto de 2007

Palabras de Cada Día

Por: Wágner Pérez Eulufí
Profesor
E.mail.
w.perez.eulufi@gmail.com

Estimados amigos y alumnos de la Universidad Bolivariana, la pasada semana ofrecí en la ciudad de Parral a estudiantes y público en general, una conferencia sobre el uso del lenguaje, publicaré en esta columna, durante algunas semanas, ciertos aspectos de la misma.

Qué buen idioma el mío, que buena lengua heredamos de los conquistadores torvos… Estos andaban a zancadas por las tremendas cordilleras, por las Américas encrespadas, buscando patatas, butifarras, frijolitos, tabaco negro, oro, maíz, huevos fritos, con aquel apetito voraz que nunca más se ha visto en el mundo… Todo se lo tragaban, con religiones, pirámides, tribus, idolatrías iguales a las que ellos traían en sus grandes bolsas… Por donde pasaban quedaba arrasada la tierra… Pero a los bárbaros se les caían de las botas, de las barbas, de los yelmos, de las herraduras, como piedrecitas, las palabras luminosas que se quedaron aquí resplandecientes… el idioma.
Salimos perdiendo… Salimos ganando… Se llevaron el oro
y dejaron el oro… Se lo llevaron todo y nos dejaron todo…
Nos dejaron las palabras.
Pablo Neruda en “Confieso que he vivido”

Han querido mis circunstancias que llegue a este lugar tan lleno de historia cultural para conferenciar de aquello que presumo tener esperticias o ser especialista: hablar con propiedad, aclaro que, para mí, esto conlleva ciertas implicancias, a saber: si deseo conocer ahora el sentir de alguna de ustedes probablemente diga ¿usted qué opina al respecto? o ¿Tú qué opinas? Pero para preguntar lo mismo fuera de la formalidad de estas aulas de seguro diré ¿y tú que opinái?. Ambas expresiones, desde mi visión, son perfectamente propias, pues la propiedad del lenguaje está supeditada al conjunto de circunstancias espaciales, temporales, sociales e incluso personales en medio de las cuales se desarrolla la comunicación.

Para expresarnos podemos emplear dos medios análogos: el proceso de la escritura y/o el del habla, ya que ambos nos sirven para comunicar nuestros pensamientos, impresiones y sentimientos y tienen un soporte común: la palabra, la que nos permitir comunicarnos con nuestros congéneres y también reflexionar en silencio.

El destacado periodista español, Javier Ortiz, nos dice: “No hay pensamiento sin palabras. Cuando pensamos, nos hablamos a nosotros mismos. A veces, eso sí, a enorme velocidad. Tanta, que perdemos la noción de estas. Podemos sentir sin palabras -un dolor no las necesita para dañarnos-, pero no podemos pensar sin palabras”.

“El buen uso de la palabra -ya las rumiemos en nuestro cerebro, ya la hagamos aflorar al exterior, oralmente o por escrito- es esencial para el buen funcionamiento de nuestro pensamiento. Alguien que sólo conoce unos pocos cientos de vocablos es alguien cuyo pensamiento tiene sólo unos pocos cientos de combinaciones posibles, esto es, alguien que está obligado a simplificar enormemente las realidades”. Concluye Ortiz.

Una forma que recomiendo para adentrase en el lenguaje es estudiarlo desde una óptica etimológica. Etimología es un vocablo de origen griego estructurado por los formantes “étimo” que significa “verdadero” y “logos” cuyo significado es “palabra”. Así la etimología es la ciencia que estudia el origen y la evolución de las palabras.

Un preciso ejemplo para graficar la evolución semántica de los vocablos lo encontramos, de manera palmaria, en el adjetivo “lívido”, término de origen latino que significa "amoratado", "cárdeno", es decir, “de color morado”. Pero, por las traslaciones lingüísticas propias del habla real, la mayoría de la gente, en la actualidad, lo usa como sinónimo de "pálido". Desde mi perspectiva esta palabra se ha enriquecido semánticamente, pues como señalé significa “de color morado” y también “pálido”, reconozco que esto puede traernos algunas complicaciones, pues si hablo por teléfono con alguien para informarle algo impactante y mi interlocutor me señala. “me has dejado lívido”, no sé si está pálido o de color morado.

Hasta la próxima semana, amigos lectores y alumnos de la Universidad Bolivariana.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Me parece muy buen reseña del cromo y me agradaria sabermas sobre el cromo yo soy una persona propensa a hacer diabetica, y creo que mucha gente no sabe sobre los beneficios del cromo que son muy buenos ojala dejaramos de comer porquerias ,como pizza, refrescos,papas,etc quenos matan lentamente hasta que llega un dia y nos da la sorpresa el medico de que saturamos al pancreas y nos diagnostica deabetis, les comunico que busque sobre la fruttuosa y el daño que nos hace,o el principio del azucar gracias